08.2.- La vanguardia: los Urrutia

Una familia vizcaína en los inicios de la trata de negros en el siglo XVI: los hermanos Urrutia de Balmaseda.

Balmasedako_alde_zaharrean_dagoen_Seberino_Deunaren_elizan,_Juan_de_Urrutiaren_kaperan,_Kristo_Sainduaren_erretaula
Retablo de la Capilla de los Urrutia. 1545. Iglesia de San Severino.

FICHA.-  Texto de la comunicación presentada en el IV congreso internacional  “El  País Vasco y America “de la Asociación Española de Americanistas.  Vitoria-Gasteiz, 1994.
Está publicada en la obra  » Comerciantes, hacendistas y nautas». Editada por la U. P. V. Bilbao, 1996. Páginas 191 – 202. Edición con 37 notas a pie de página.

INTERÉS.-  Con la base de un pequeño artículo de Enrique Otte, otras fuentes del Archivo de Indias  completan esta inédita aproximación al comercio de mercaderías, y más tarde de personas, que unos balmasedanos de origen comenzaron en la temprana fecha de 1508. Es una mínima aportación al comienzo de la trata de esclavos.

RESUMEN.- Los hermanos Sancho y Juan de Urrutia, naturales de Balmaseda, están en Sevilla como comerciantes y entran en el incipiente comercio con el Nuevo Mundo. Mientras Juan se queda en la capital andaluza,  Sancho se instala en la Isla Española,  en Santo Domingo, hacia el año 1508 y trafica con las mercaderías que le envía Juan desde España. Los hijos de ambos, los dos primos Juan de Urrutia, recalarán en Cubagua y luego en Veracruz, donde continúan  el comercio familiar que derivarán hacia el tráfico de los esclavos que los portugueses prendían en el Golfo de Guinea.

PALABRAS CLAVE.-  comercio americano, Sevilla, Santo Domingo, trata de esclavos, los  Urrutia.

INDICE.- 
I.- Introducción.
II.- Los hermanos Sancho y Juan de Urrutia
.- Los Matienzo y los Urrutia
III.- Los dos primos Juan de Urrutia

TEXTO COMPLETO

Copyright 1994. Julia Gomez Prieto. Todos los derechos reservados

 

1.- Introducción

En honor a la verdad que debe presidir todo trabajo de investigación, el lector de este artículo debe saber que, quien lo ha escrito y realizado, no es un americanista puro sino un experto en historia local. (1).

De hecho este estudio de aproximación a las actividades comerciales y posteriormente negreras de los Urrutia, es el primer capítulo de una amplia investigación iniciada hace 3 años con el título » El Eje Bizkaia ‑ Sevilla/Cádiz ‑ América: El papel de los Encartados en la Emigración y el Comercio con América » que fue becada por la Comisión » Los Vascos y América » en el año 1991.

A través de mis estudios sobre Balmaseda he percibido el trasfondo de la emigración en todas las épocas de la historia de la villa,  teniendo en cuenta además  que las Encartaciones han  alimentaron estas corrientes de forma continuada. Pero sin duda esta emigración no siempre lo fue de gentes sin fortuna ni preparación, sino que en muchos casos los encartados ejercieron en América el comercio, la milicia o la actividad minera.

En el comercio precisamente situamos a los Urrutia que aparecen en Sevilla al olor del negocio americano. Los dos hermanos realizan florecientes negocios entre ambas orillas del Atlántico que acabarán derivando al comercio de esclavos cuando sus hijos aparezcan en escena. He aquí el eje central de este pequeño trabajo cuyo interés reside en dos puntos: la rapidez con que esta familia vizcaína se implanta en el comercio americano y la fecha temprana de 1523 en que ya enviaban cupos de esclavos negros a América.

2.- Los hermanos Sancho y Juan de Urrutia

En los años inmediatamente posteriores al descubrimiento de América, la Corona de Castilla mantuvo el monopolio regio sobre el comercio y los viajes con las Indias hasta 1504. Ese año los Reyes Católicos levantan el derecho exclusivo y con ello, muchos comerciantes del país, y entre ellos los hermanos Sancho y Juan de Urrutia, originarios de la villa de Balmaseda, llegan a Sevilla, único puerto desde el que se realizaban expediciones a Indias, con la idea de iniciar relaciones comerciales con las regiones recientemente descubiertas.

¿Quienes eran estos Sancho y Juan de Urrutia, que procedentes la villa de Balmaseda, llegan a Sevilla en los primeros años del siglo XVI, dispuestos a emprender una aventura comercial con Indias? Es necesario remontarse a mediados del siglo XV para encontrar la rama de los Urrutia en Balmaseda. Esta rama al igual que las de Zalla y Avellaneda, provenía de la casa troncal de los Urrutia de Gordejuela (2). En este valle encontramos un Sancho Ortiz de Urrutia como Escribano Real en el año 1472; y es probable que este Sancho Ortiz de Urrutia sea el mismo que aparece en 1487 como propietario en Balmaseda ( 3 ), en el Inventario de Bienes Raíces. (La hipótesis de ser el padre de Sancho y Juan es bastante verosímil)

Desde la Casa de Contratación de Sevilla, se expedían de forma rigurosa los permisos de viaje o embarque a las Indias. Sancho y Juan de Urrutia, como vizcaínos de origen, podían aducir en su favor la Hidalguía Universal, por lo que seguramente no debieron encontrar impedimento alguno, tanto para el permiso de viaje como para el ejercicio del comercio con Indias ( 4 ).

Por otra parte, ya en aquellos años iniciales del siglo XVI, hacia 1508, los vizcaínos, como entonces se solía designar a los vascos, contaban con un gran predicamento en la Casa de Contratación de Sevilla, donde su predominio llegó a ser casi absoluto en los años posteriores. Hacia 1510 un vizcaíno, el Dr. Sancho Matienzo, aparece como tesorero en dicha Casa.

De los dos hermanos Urrutia, Juan se queda en Sevilla y Sancho parte hacia las Indias. Este primer viaje se habrá realizado a finales de 1507 o comienzos de 1508. Según Enrique Otte (5) tendría a la sazón Sancho de Urrutia unos 30 años. Debió de realizar una intensa labor en la Isla Española, donde sin duda estableció las bases de su futuro comercio trasatlántico.

Se supone su actividad comercial al  no aparecer como Encomendero en el Repartimiento de Alburquerque del año 1514. Como es sabido la Encomienda era practicada para la utilización de los indígenas como mano de obra en el cultivo del campo, actividad en la que no estaba implicado Sancho de Urrutia. Y sin embargo Fernando el Católico le concede Cédula de Vecindad el 1 de marzo de 1508, con derecho a encomendar indios (6)

2.1.- Los Matienzo y los Urrutia

En 1514 Sancho Ortiz de Urrutia llevaba ya 6 años en la Isla Española y seguía sin tener encomendados. Entretanto, en febrero de 1512, habían llegado a Santo Domingo otros vascos. Juan Ortiz de Matienzo, uno de los tres jueces de apelación en Indias y sobrino del tesorero de la Casa de Contratación, aparece en esa fecha acompañado por su hermano Pedro y su primo Pedro Ortiz de Matienzo (7). Nada más llegar éstos, Sancho Ortiz de Urrutia comienza a hacer negocios con ellos. Y es que para entonces, a Urrutia se le conoce como «persona que ya tiene rango y fortuna».

Ambas cosas, rango y fortuna, las consiguió en colaboración con su hermano Juan Ortiz de Urrutia que desde Sevilla le abastecía de las mercaderías apropiadas. Juan y Sancho establecieron así una entente comercial entre Sevilla y Santo Domingo, línea de negocios a la que se fueron uniendo progresivamente otros vascos importantes ya fuesen los Matienzo u otros varios más que citaremos.

Las mercaderías que Juan enviaba a Sancho se pueden conocer a través de los registros. Así, en Sevilla, el 25 de enero de 1513, Juan consigna a su hermano, estante en Santo Domingo, 9 barriles que contenían herrajes: clavos, hierros y azadones; junto con cuchillos de Vergara y puñales vizcaínos. Además le envía telas, sobretodo lienzo y terciopelo, así como ropas: camisas, sombreros etc. (8).

Era, sin embargo, un cargamento pequeño, puesto que en la misma nave iban las mercaderías que otros comerciantes vascos mercaderes en Sevilla, como Juan Ibáñez de Hernani y Lope Fernández de Eibar, remitían a sus factores en América. Completaba la nave el cargamento de otro vasco Martín de Aguirre y aun hubo lugar para 37 Pasajeros que con su licencia correspondiente pasaban a Indias (9).

Con la llegada de los Matienzo los negocios de los Urrutia se incrementaron y acaban por asociarse con ellos; comerciaron así por todas las Antillas entonces conocidas, realizando expediciones de manera constante. Tras la conquista de Cuba que se inicia en 1511, comenzaron los intercambios de productos entre Santo Domingo y esta nueva isla, llevando allí ropa y mercancías diversas, en tanto regresaban las naves a la isla Española con cazabe y carne cubana.

Sancho Ortiz de Urrutia fue también uno de los primeros vizcaínos en traficar con Tierra Firme. En 1519 aparece como armador de viajes de rescate a la costa de Cumaná (14) donde participa en las expediciones perleras.

En 1521, Sancho arma una carabela para las Islas Lucayas (10) a fin de transportar varios indios a la isla Española. Montó esta armada con Juan Ortiz Matienzo, que era Oidor de la Audiencia de Santo Domingo, y contaba para ello con la debida licencia del Gobernador de la Española Diego Colón.

Al parecer el piloto de la nave de dicha expedición Pedro de Quexo debió de perder el rumbo y tras varios días de navegación, descubrió ciertas tierras situadas 30º al Norte de la Española, a las que por ser el día de San Juan Bautista, bautizaron con dicho nombre (11) Entraron por un río, vieron que era tierra fértil y rica, que tenía un Señor jefe indio y que había perlas.

Tal descubrimiento, el más septentrional hecho hasta el momento, no podía quedar en silencio y por ello Juan López de Matienzo se aprestó, nada mas regresar a Santo Domingo, a relatarlo en la Audiencia. Allí lo escuchó uno de sus oidores, el Ldo. Lucas Vázquez de Ayllón, que nada más llegar a Castilla relató en la Corte todo lo sucedido, dando una versión muy personal de los hechos. Bien por su propia astucia, bien por uso de la legalidad vigente, el Ldo. Ayllón consiguió del rey Carlos I una Real Provisión de » Población y Gobernación » de las nuevas tierras.

Corría ya el año 1525 y durante la ausencia de Ayllón, Matienzo y Urrutia habían armado dos carabelas con un coste de 600 pesos en oro, entre las vituallas, los sueldos y los rescates para caciques. Entraron por el mismo río de la vez anterior y recorrieron 250 leguas más de costa a la que marcaron y señalizaron. En esta nueva expedición habían dejado misioneros y gente, trayendo a Santo Domingo algunos indios.

Conseguir una Real Provisión para esta armada fue tarea larga y costosa, puesto que apenas llegaban barcos de España. En la metrópoli, la situación era tensa entre el rey Carlos I y el rey de Francia. Los viajes por el Atlántico eran difíciles y ello retrasaba los correos. Los galeones debían esperar incluso meses para formar convoyes de una mayor seguridad.

El regreso, al igual que la partida, no siempre se hacía en el momento deseado. Lo normal era esperar plaza en un barco a veces durante semanas que podían convertirse en meses si debía organizarse en Flota para escapar mejor a los ataques corsarios. (12) Por la guerra con Francia era difícil enviar carabelas a América y por ello no dejaban salir para allí más que » navíos grandes e muy armados » que » no venían navíos a causa de los Corsarios franceses que no dejaban pasar para estas partes navíos pequeños”.

Algunos años antes, hacia 1515, Sancho había empezado a trabajar con otro mercader vizcaíno, Domingo de Ochandiano, que más tarde sería Contador de la Casa de Contratación. El mes de abril de ese año, Ochandiano que habitaba en Sevilla, colación de Sta. María, le otorga un poder (13) a Pedro de Matienzo y Sancho de Urrutia, en Santo Domingo, para que cobren diversas cantidades de un mercader guipuzcoano estante en San Juan; de forma similar lo había hecho con anterioridad el Ldo. Juan Ortiz de Matienzo, Juez en Santo Domingo para que cobrase en su nombre varios créditos suyos. (14)

Las relaciones entre ambos parecen inmejorables y en ese sentido Sancho acabará otorgando un poder general para que Ochandiano se encargue de llevar sus negocios en Sevilla. Este poder se lo otorgó durante un viaje que Sancho realizó el año 1517 a Sevilla (15).

Al menos un par de años debió de permanecer Sancho en Sevilla puesto que se fecha su regreso a Santo Domingo el 17 de abril de 1519 a bordo de la nao del Maestre Alonso del Algarve. En su viaje llevó un esclavo negro que pertenecía a su hermano Juan, vecino de Sevilla (16). De nuevo en Santo Domingo, Sancho sigue trabajando con Juan al que envía un cargamento con 1.231 pesos de oro en mayo de 1522. Curiosamente, no figura su hermano como receptor, sino Domingo de Ochandiano al que sustituye, en su posible ausencia, Antonio de Recalde. Es cierto que con ambos, mantenía excelentes relaciones, fruto de la estancia de Sancho en la capital hispalense. Y a su partida, Sancho le dio los poderes incondicionales ya citados.

De este cargamento se deduce el comercio en perlas, oro y piedras preciosas que Sancho Ortiz de Urrutia realizaba desde Indias, todo con su correspondiente seguro que por entonces se fijó en un 5% (17) Uno de sus socios en estas mercancías debía de ser Francisco de Urista, vasco con el que realiza protocolos sobre cantidades considerables de pesos en oro (18). Como remitente de perlas lo hace entre Cubagua y San Juan en noviembre de 1522 (19) para otro mercader vasco Clemente de Ochandiano que comercia en Santo Domingo con su hermano Martín.

De esta manera se percibe un triángulo comercial a tres bandas:

l – Domingo de Ochandiano en Sevilla como Contador de la Casa de Contratación.

2 – Su hermano Clemente en San Juan, recibiendo perlas desde Cubagua. En 1527 obtuvo el cargo de Tesorero Real de Cubagua y en noviembre de ese mismo año Carlos I le nombró Regidor de Nueva Cádiz con numerosos Privilegios.

3 – Su otro hermano Martín en Santo Domingo dedicado al tráfico trasatlántico que sin duda Domingo recibe en Sevilla.

En cuanto a los hermanos Urrutia, Juan Ortiz envía otro cargamento a Sancho en marzo de 1523. Será el último pues Juan fallece ese mismo año. La muerte de su hermano Juan debió afectar mucho a Sancho quien, a pesar de sus florecientes negocios y de los honores alcanzados, – entre los que se encuentra su nombramiento como Regidor de Puerto Príncipe en Cuba y tenedor de los Bienes de Difuntos en la Española – cada vez deja más los asuntos en manos de su hijo Juan que desde 1520 estaba con él en América.

A finales de 1525 Sancho Ortiz de Urrutia se asienta definitivamente en Sevilla, donde a su vez, va dejando también cada vez mas los negocios, en manos de su sobrino Juan de Urrutia, hijo de Juan Ortiz, que mientras tanto iba trasvasando progresivamente sus negocios a Tierra Firme (20) Con estos cambios la segunda generación de los Urrutia toma el relevo y con ellos los negocios tendrán un cariz especial en el que la trata de negros hará su aparición.

3.- Los dos primos, Juan de Urrutia

Desde Sevilla, los dos Urrutia, Sancho el tío y Juan el sobrino, siguen comerciando con América en donde se ha quedado el otro Juan de Urrutia, hijo de Sancho. La ruta comercial aun estaba centrada en dos puntos: Santo Domingo y Cubagua. En la Isla Española y su capital Santo Domingo, tiene al menos dos Factores que reciben los cargamentos y llevan su distribución.

Era uno Lucas Endrino, persona de gran influencia por ser yerno de Pedro Gallego, Mariscal de la isla (21) que le remitía en 1527, oro, perlas, azúcar y varias cosas más. El otro factor era Sancho de Monasterio, mercader bilbaíno que al menos en dos ocasiones les envió remesas de dinero por las mercaderías recibidas. (22) En Cubagua esAntón López el mercader que les factura el negocio de las perlas.

A partir de 1525 Juan comienza un activo comercio con Nueva España en donde se llega a instalar definitivamente, abandonando presumiblemente los negocios con Cubagua. Según Otte, Juan se dedicó a la minería y fue uno de los grandes navieros del país donde llegó a tener varias plazas de negocios y una gran hacienda. (23).

Es lógico que ambos primos continuasen haciendo negocios, ya que Juan el sevillano hacía regularmente envíos a Veracruz en Nueva España, donde seguramente su primo Juan tenía una de sus bases comerciales. Pero a las mercaderías ordinarias de enseres, telas, etc. se va a añadir a partir de 1525 la mercancía humana de los esclavos negros atrapados en África. (24)

Los empresarios instalados en Indias eran una mezcla de mercaderes, navieros (armadores) y prestamistas. Con la sobre mortalidad de indios que sobrevino a la conquista española, se vio la necesidad de reemplazar la mano de obra indígena que había desaparecido. Nació así, no solo el cazador de esclavos (baquiano) que llevaba indios de las islas Lucayas a otras islas, sino el mercader de esclavos africanos.

Son los portugueses los que trasladan este comercio del Mediterráneo al Atlántico. Ellos ya mercaban con esclavos y con oro en África desde 1441, avanzando por las costas africanas del Golfo de Guinea. Las islas de Cabo Verdefueron la gran base del tráfico de esclavos y Lisboa se convierte más tarde en un floreciente puerto negrero. Con ello el esclavo africano pasa de simple servidor doméstico a ser una fuente indispensable de trabajo en las plantaciones.

La esclavitud crece con el descubrimiento de América. Los primeros esclavos africanos fueron transportados en 1501 y a partir de entonces, el tráfico a través del Atlántico se convirtió en una de las más rentables actividades comerciales. Fue explotado por los holandeses, franceses e ingleses y a ese tráfico se debió en parte el desarrollo de los puertos de Nantes, Burdeos y Liverpool.

A mediados del siglo XV había en España una importante población cautiva. En Sevilla, por ejemplo, existían los esclavos urbanos que en muchos casos eran moros prisioneros de guerra, turcos o berberiscos. Así en 1504 varios moriscos fueron vendidos en pública subasta en las Gradas. (25) Pero eran esclavos domésticos, un personal de servicio dócil y barato, y cuya posesión daba además un gran prestigio social. En muchos casos acompañaban a sus amos hasta América como adscritos a su señor. El mismo Sancho de Urrutia recibe uno en 1519, enviado por su hermano Juan desde Sevilla.

En el siglo XVI los esclavos se comerciaban por medio de Licencias que emitían generalmente los Reyes, pasándose más tarde a los Acuerdos Internacionales. (26) Carlos V dio licencias para llevar negros a Haití, Cuba, Jamaica y Puerto Rico. Y por ello la trata de negros fue practicada por los españoles de la mano de los portugueses.

De las múltiples facetas como comerciante que Juan de Urrutia tuvo en Sevilla, nos ha llamado la atención su participación en la trata de negros. Precisamente por lo que, para nuestra mentalidad actual, supone el gran contraste entre su actividad mercantil con esclavos y la gran religiosidad de que siempre hizo gala Juan de Urrutia.

Esta religiosidad la demostró construyendo una hermosa capilla en San Severino de Balmaseda, hecho que le hizo famoso para todos los historiadores, los cuales no debían conocer su comercio de esclavos. Casualmente la búsqueda de otros documentos sobre emigrantes de las Encartaciones, me llevó a cotejar legajos sobre actividades de Juan de Urrutia como comerciante vizcaíno asentado en Sevilla. Posteriormente un artículo de Enrique Otte hablaba en parte de este tráfico negrero y decidí ahondar más en el asunto.

En 1523 Juan pierde a su padre Juan Ortiz de Urrutia y se hace cargo de sus negocios. De ese mismo año es el primer documento que sobre la trata de esclavos por Urrutia hemos encontrado. Dice:

“El día 25 de octubre del año 1523, sacaron Francisco de Arista e Juan de Urrutia en las naos de Pedro del Araudo e Juan Vizcayno e Francisco Gutiérrez e Çespedes e Juan Guijalmo y Christoval Vara e Baltasar de Chaves e Christoval Roldan, quarenta e çinco esclavos negros por cédula de Estevan Centurion» (27).

El 12 de enero de 1526, Urrutia pide licencia a Carlos V para llevar entre  30 y 40 esclavos que destinará a las explotaciones perleras de Cubagua. El rey le contesta desde Toledo, permitiéndole concertar este cupo con las personas que tienen cargo de pasar a las Indias los 4.000 esclavos de su Licencia Real , siempre que pague los derechos oficiales de Almojarifazgo. (28)

Realizan el viaje a cargo del mercader Antón Lopes, arribando a Cubagua el 13 de abril. Allí, el Alcalde Pedro Ortiz de Matienzo no les permite descender y deben dejarlos en otras islas porque no resistirían el viaje de vuelta. En 1527 sale otra carabela con 30 negros más para Cubagua. Al llegar los encarcelan y la Casa de Contratación les monta pleito. Se les acusa de viajar sin licencia al no haber pagado el almojarifazgo, (2 ducados por cada uno) llegando a tener pleito criminal por el Consejo de Indias. Estas dificultades les deciden a dejar de comerciar desde 1529 con Cubagua y vuelven a hacerlo con Santo Domingo.

Juan Urrutia tiene como socio factor a Lucas Endrino que recibe pagos de Sevilla y también de Nueva España. A él le da un poder general para negociar todo tipo de mercaderías, citando expresamente el oro, la plata, harinas, vinos, aceites, sedas, paños, lienzos, armas y esclavos/as.

En 1530 recogen 60 esclavos de Cabo Verde para Puerto Plata en Santo Domingo. Al ser grande la carabela suben a 22 más pero sin licencia, lo cual le supuso un nuevo pleito. Desde 1532 se asocia con Gonzalo de Ugarte de Markina (29) y envía diversas partidas de negros durante los años siguientes; algunas de cierta importancia con cifras de 80 ó 105 esclavos por viaje. Por fin el 28 de setiembre de 1535 empieza a enviar esclavos al Perú con acémilas, para que sirvan de arrieros (30).

Este año de 1535, Juan de Urrutia hace su primer testamento el 1 de diciembre; dice sentirse enfermo pero aún le restarán 14 años de vida. Soltero, sin mujer y sin hijos, era un hombre rico con una fortuna estimada en 60.000 ducados. Dice ser hombre de palabra y buen mercader y se declara muy creyente y profundamente cristiano. (31)

Pensando en la muerte y en su panteón, Urrutia había pedido permiso al Cabildo y Regimiento de Balmaseda, para construirse una capilla lateral en la parroquia de San Severino. Se lo conceden el 14 de diciembre de 1534 y se la encarga a Juan de Rasines afamado arquitecto residente en Sevilla. (32) Las obras duraron hasta 1541. El altar, que es la joya de la capilla, representa un calvario con hermosa imaginería de la escuela de Guiot de Beaugrant, aunque se atribuye el Cristo a Montañés y se dice traído de Sevilla. (33)

En 24 de diciembre de 1535 Carlos V da licencia de 1.000 esclavos a Diego Martínez, mercader portugués que le cede a Juan de Urrutia 120 de las licencias. El 24 de diciembre, Urrutia embarca 116 esclavos tomados en Cabo Verde y 4 más de otros sitios, con destino a Veracruz. (34)

Durante los años 1535 y 1536, trabaja con Hortuño de los Hoyos, natural de Portugalete, que fue enviado a Cabo Verde para recoger 55 esclavos. Y en 1536 envía 116 más en la nao Sancti Spiritus con el Maestre Juan de Balmaseda. Pero no pueden capturar a tantos y solo embarcan a 75 negros. También en 1536 envía 100 más al Perú.

Andrés de Lantadilla, comerciante burgalés, cierra un trato con Urrutia en 1538 para mantener una línea directa entre la Isla Santiago en Cabo Verde y Veracruz en Nueva España. Preparó y llevó la negociación del trato Pedro de Mollinedo, criado de Juan de Urrutia.

Como consecuencia de ello entre 1538 y 1543 se producen diversos envíos de oro y plata que salen de Veracruz con destino a Sevilla a nombre de Juan de Urrutia. Diferentes maestres capitanean 15 naves que en 20 viajes arriban a Sevilla con 4.284 Pesos de Oro y 2.557 Marcos de Plata. Estos envíos incrementan más todavía el capital de Urrutia. (35)

La preocupación por la » otra vida » se hace cada vez más fuerte en Juan de Urrutia, que va preparando cuidadosamente sus propiedades materiales y la salvación de su alma. En 1543 vuelve a pensar en la muerte y teniendo ya terminada su capilla en la parroquia de Balmaseda, funda en ella una doble Capellanía. Así agradece las facilidades dadas para la construcción, al tiempo que instituye memorias perpetuas para pedir por su salvación. Encarga las Capellanías a su primo Juan de Machón y al bachiller García de Velasco, ambos clérigos beneficiados de San Severino; tenían una asignación de 30.000 maravedíes de renta perpetua cada año que él mismo pagará mientras viva y que se saldarán sobre las propiedades de su herencia en Sevilla, una vez que haya fallecido. (36)

De los años siguientes muy poco se sabe de sus negocios con América. Cabe pensar que los últimos tiempos, hasta su muerte en 1549, viviera de las rentas procedentes más de su actividad prestamista que de la comercial; razón bastante obvia, dada su gran fortuna y el espíritu desconfiado de que hacía gala Juan de Urrutia. Decide dar la libertad a sus esclavos domésticos mediante varias escrituras de ahorramiento y libertad que el 10 de marzo de 1543 firma ante un escribano de Sevilla. La primera se refiere a su esclava favorita ‑ una blanca de 30 años llamada Esperanza ‑ a la que dota con 30.000 maravedíes y Carta de Libertad para cualquier Alcalde, Juez o Justicia.

Hace lo mismo con su esclava de color Lucía de 40 años » de nación de negros » y a su hijo Juan Capira , de 8 años, que había nacido en Tierra Firme (América), y a su otra hija Ana, de 1 año y medio; a estos les asigna también 30.000 maravedíes . Las otras dos hijas de Lucía, María de 9 años y Juana de 6, se las encomienda a Esperanza con la cual van a vivir, incluso cuando ésta se casa con Diego Sánchez. (37)

Va dejando en orden sus papeles, dando poderes a sus cercanos para recaudar, demandar y cobrar sobre sus bienes y negocios. Confía para ello en Alonso de Urrutia que vive con él en Sevilla; en Sancho de Monasterio residente en Bilbao y en su hermano el maestro Diego de Urrutia, vecino de Balmaseda. En 1549 hace su último testamento en el que sus 162 puntos dejan atados y bien atados sus bienes terrenales y sus abundantes mandas piadosas. Ese mismo año muere y será enterrado en su Capilla del Santo Cristo de la Misericordia de la parroquial de San Severino de la villa vizcaína de Balmaseda.

Cuando mis investigaciones me permitan remover los «Asientos de Negros» existentes en el Archivo de Indias, quizás pueda conocerse la totalidad de estos negocios de Urrutia cuya punta de iceberg se ha mostrado aquí.

©Copyright JULIA GOMEZ PRIETO / UNIVERSIDAD DE DEUSTO / Octubre 1994

 

NOTAS:

(1).- Mis trabajos de investigación v sobre la villa versan sobre la villa vizcaína de Balmaseda y fruto de ello han sido los libros: «Balmaseda: siglos XVI‑XIX. Una villa vizcaína en el Antiguo Régimen » y » Balmaseda, una historia local “; así como una decena de artículos de diversa índole y época histórica.
(2).- Urrutia y Llano J. Mª. “La Casa Urrutia de Avellaneda » p. 96.
(3).- Ibidem. p. 96 y 99. González Herrero, A. » Balmaseda en el siglo XV y la Aljama de los Judíos » p. 66. corresponde al folio 70 r. del Inventario.
(4).- Nunca renunciaron a su vecindad en Balmaseda. Así aparece en 1513 en un Contrato de Fletamento hecho en Sevilla. Ver (A.P.S.): Archivo de Protocolos de Sevilla,  Fondos de América, oficio XV, libro 2. fol. 563. 13 de octubre de 1513.
(5).- OTTE, E. » Los Mercaderes vizcaínos Sancho Ortiz de Urrutia y Juan de Urrutia » Caracas, 1963. No sabemos su fecha de nacimiento ya que las partidas de bautismo dan comienzo en Balmaseda en setiembre de 1536. Lo mismo sucede con su hermano Juan.  Sancho, por referencias, debió nacer entre abril y octubre de 1478. Así se deduce de su declaración de 18 de diciembre de 1517 en (A.G.I.): Archivo General de Indias,  Justicia, leg. 42, fol. 373 v. en apoyo del Ldo. Matienzo.
(6). – CODOIN I, 1. p. 50 y ss. Repartimiento de Rodrigo de Albuquerque. También citado en A.G.I., Justicia, leg. 42, fol. 375. El Auto de Vecindad en A.G.I., Indiferente General leg. 418, año 1508.
(7).- Sancho y los Matienzo debían conocerse desde la llegada de los Urrutia a Sevilla, donde los Matienzo ya tenían cargos importantes relacionados con América. Se desprende de sus declaraciones en A G.I., Justicia leg 42, f. 373 v. testigo VII, primera pregunta. Pedro Ortiz de Matienzo era hijo de Diego Ortiz de Matienzo a su vez hermano de la madre de Juan Ortiz, el licenciado Juez. Llegó a ser Alcalde Mayor de Cubagua.
(8).- A.G.I. Contaduría, leg 1071 fol. 399. Fecha 12 de marzo de 1513. Ante el escribano Juan de Heguibar. Se embarcaron en la nao Santiago cuyo Maestre era Juan de Ylumbe. Su destino era Isla Española y San Juan.
(9).- Pasajeros a Indias, libro I, licencia nº 1016 y ss.
(10).- Ver Cédulas Reales relativas a la Provincia de Venezuela (1500 – 1550), en edición de E. OTTE. Lo cita en «Los Mercaderes vizcaínos…» p. 9, nota 2.
(11).- El capitán de la nave, bajó a tierra e hizo el AUTO de POSESION: «Domingo 30 de junio de 1521. Yo Pedro de Quexo, piloto y capitán de la Armada de Sancho Ortiz de Urrutia, tomo posesión.» Dejaron allí varias cruces de piedra con el nombre de S.M. y la fecha. Ver A.G.I., Justicia leg 3, 3º.
(12).- A. G I., .Justicia leg. 3, nº 3.
(13).- A.P.S oficio IV, libro II, Fol. 628. A 19 de abril de 1515.
(14).- A.P.S. oficio III, libro I, Fol. 555 v. A 3 de marzo de 1514.
(15).- A.P.S. oficio XVII, reg. 36. s.f., A 20 de marzo de 1517.
(16).- A.G.I. Contratación leg. 5760 libro I. f. 20. A 17 abril de 1519.

(17).- A.G.I. Contratación, leg. 2439 Fol. 1. A 29 de mayo de 1522.
(18).- A.P.S. oficio XV, libro III Fol. 151 v. A 9 octubre de 1523.
(19).- OTTE E. Los Mercaderes vizcaínos…» p. 10 nota 2. Cita a A.G.I., Patronato leg. 179, reg. 1. nº 2, de ese año 1522.
(20).- A.G.I., Contratación, leg 1079 Fol. 7. Marzo de 1523. Desde Sevilla, Juan de Urrutia intervendrá por mediación, en el pleito que se instruye en Santo Domingo contra el Ldo. Ayllón por la presunta usurpación del Gobierno de varias islas.
(21).- OTTE. E. » Los Mercaderes vizcaínos… » p 12, nota 4.
(22).- A.G.I. Indiferente General, leg 1.801. Año 1520.
(23).- A finales de 1530, Juan de Urrutia es vecino de la ciudad de México. Así aparece en una apelación ante el Consejo de Indias el 20 de noviembre de ese año.
(24).- A.G.I. Contratación, leg 5760, libro I Fol. 20. El día 27 de Abril de 1519, sacó Sancho de Urrutia en la nao del Maestre Alonso de Algava, un esclavo negro por cédula de Gaspar (sic). Obviamente se trataba de un doméstico de Sevilla.
(25).- DOMINGUEZ ORTIZ, A., » Orto y ocaso de Sevilla » pp. 101.
(26).- VEGA FRANCO, Marisa.‑ » El tráfico de esclavos con América » Prólogo de Enriqueta VILA en » Los Asientos Portugueses » Año 1977.
(27).- A.G.I. Contratación, leg 5760, libro 1º Fol. 20.
(28).- A.G.I. Indiferente General, leg 1382 A.
(29).- A.G.I. Indiferente General, leg 422, libro 14.
(30).- A.G.I. Contratación, leg 5756. 28 setiembre de 1535.
(31).- A. P. S.   Sig. 9143, Oficio XV, libro 2.
(32).- A.G.I., Indiferente General. leg 1092. Información de la Calidad y Riqueza de Juan de Urrutia. 13 mayo de 1536.
(33).- HEROS, Martín de los » Historia de Valmaseda » Bilbao, 1926, tomo II.
(34).- A.G.I. Justicia, leg 753, En el folio 39 cita las mercancías que al llegar a Veracruz no se vendieron. Y sobre los esclavos cita textualmente «.. 6 negras y 2 negrillas, las 3 negras paridas con sus criaturas; la una muy mala de un pie e las dos flacas y viejas que están enfermas… Iten 10 negros con uno que recibí ya en la cárcel preso, del cual se ha de pagar la pena. De ellos enfermos, en especial uno que está esperando la muerte, el cual murió mientras le estaban mirando….».
Los relatos sobre la captura de los negros en su medio ambiente aparece claramente en los documentos del A.G.I. Justicia, leg 1.154, nº 8, 3ª pieza.
(35).- A.G.I. Indiferente General, leg 1801, años 1538 -43. Relación del oro y plata que llega de Veracruz, recibidas por Juan de Urrutia en Sevilla.
(36). A. P. S.,  Sig., 9157, oficio XV, año 1543 folio 1.300 y ss.
(37).- A. P. S.,  Sig., 9157, oficio XV, fol.656 y ss.