07.4.- Fuentes para la Hª de las Guerras Carlistas

CarlosVII

Fondos de la correspondencia familiar de los Antuñano de Balmaseda 

FICHA .- Fuentes para la historia de la primera Guerra Carlista. Fondos de la correspondencia familiar de los Antuñano de Balmaseda. Publicado como artículo en la revista Letras de Deusto, vol 14, nº 29, Mayo-Agosto 1984, en las páginas 135 a 150. Editado sin notas. Las cartas mantienen la redacción, estilo y ortografía de sus autores.

INTERES .- Muestra de cómo los fondos y archivos privados son, a menudo, documentación esencial para la investigación histórica y que solo en contadas ocasiones se abre al historiador. De interés para la historia familiar de los Antuñano y cómo una aproximación a la primera Guerra Carlista en balmaseda, Bilbao, Bizkaia, las Encartaciones y norte de Burgos.

SINOPSIS .- Selección de 40 cartas que intercambiaron entre sí – durante el período de 1824 a 1851- los tres hermanos Antuñano y Orrantia : Alejandro vecino de Balmaseda; Agustín residente en Jerez y José Luis que habitaba en Valladolid.
Por ser fondos inéditos y originales, se ha obviado todo tipo de interpretación , dejando hablas directamente a las fuentes.

INDICE .- 
1.- Introducción
2.- Fondo documental de las cartas

 

TEXTO COMPLETO

don Ignacio Llaguno, en agradecimiento.

El presente artículo es una muestra  de cómo los fondos y archivos privados son, a menudo, documentación esencial para una investigación histórica, al tiempo que una aportación de primera mano que, sólo en contadas ocasiones, suele abrirse al historiador.

Ambos supuestos se cumplen con respecto al pequeño Archivo de Familia que los Llaguno han puesto tan generosamente en nuestras manos. La documentación que lo compone se remonta a sus antepasados los Antuñano, muy importante familia vecina de la villa vizcaína de Balmaseda.

Aunque oriundos del valle de Mena, en el norte de Burgos, los Antuñano fueron balmasedanos durante generaciones, y en esta villa ejercieron fundamentalmente el comercio y labor del cobre y el hierro, como poseedores de la ferrería de la Penilla y administradores de otros martinetes. Cultivaron también viñas de chacolí y detentaron altos cargos públicos, llegando a emparentar con otras familias notables de Balma­seda como los Orrantia, los Amézaga, los Tellitu o los Llaguno; ésto sin olvidar sus ramificaciones por Andalucía y América. Sin ánimo de ahondar en la familia Antuñano, sí queremos señalar al menos a su tío don Francisco de Orrantia, cosechero en Jerez, que ejerció cargo público en su ayuntamiento y se avecindó en el año 1838 en el Puerto de Santa María; así como a don José Antuñano y Tellitu, residente en Cusumalguapa (Guatemala). Aunque sin olvidar a un ilustre ascendiente de esta familia, don Esteban de Antuñano, ya mexicano de nacimiento y pionero de la Revolución Industrial en su país. ( ver apartado 14 Miscelánea)

Las fuentes documentales que aquí se aportan, pertenecen a una amplia correspondencia privada que los tres hermanos Alejandro, Agustín y José Luis Antuñano Orrantia, intercambiaron entre sí (y esporádicamente con otros allegados) durante el período que va de 1824 a 1851. De este notable volumen de cartas, cercano a las 600, hemos seleccionado unas 40, por aportar las noticias que consideramos más esclarecedoras para el desarrollo de la primera guerra carlista en Balma­seda, Bilbao, las Encartaciones, norte de Burgos y otras regiones.Nuestro interés es el de exponer esta «pequeña crónica de guerra» importante, tanto por ser fondos inéditos y originales, como por significar una aportación al más amplio conocimiento del carlismo y sus hechos bélicos durante su primera confrontación.

En base a estas premisas, hemos obviado todo tipo de interpreta­ciones, dejando así que hablen directamente las fuentes. Las cartas han sido respetadas en su integridad, manteniéndose la redacción, estilo y ortografía de sus autores.

* * *

FONDO DOCUMENTAL DE LAS CARTAS

Balmaseda, 1830, agosto 20. De Alejandro Antuñano a su hermano Agustín Antuñano en Jerez.

«El lunes 16 de éste entró en Bilbao el infante Francisco con su familia, y marchará según se dice mañana 21, por cuyo motivo tiene grandes funciones, corridas…»

Balmaseda, 1834, julio 6. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«Por aquí no ocurre cosa particular sobre las del día, más que algunas escara­muzas de cuando en cuando por estas inmediaciones, pues hay bastante tropa de la Reina, y se dice que el general Rodil es de bajar estos días a estas provincias y Navarra con bastante tropa.»

Valladolid, 1834, noviembre 10. De José Luis Antuñano a su hermano Agustín en Jerez.

«Felipe Goenaga salió desterroso para Sevilla y él te dirá el calamitoso estado de nuestro desgraciado país, destruido por las vejaciones de ambos partidos…»

Balmaseda.,1834, noviembre 11. De Alejandro a   su hermano Agustín en Jerez.

«En ésta no nos faltan incomodidades y enredos y lo peor es la mala forma que hay para que se concluyan, pues cada día está peor, como ahora que ha venido Mina a Navarra no consiga disipar el nublado tendremos larga tormenta…»

Valladolid ,1835, enero 12. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

«El cólera en Balmaseda ha sido tan benigno que sólo ha habido 4 casos: 2 soldados de la guarnición, una joven de un caserío y un tal D. Ramón Tre­villa, carranzano que se hallaba en esta…»

Balmaseda, 1835, enero 21. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«El cólera hace rato que ha desaparecido de aquí, no habiendo causado más estragos que 12-14 muertos, contando entre ellos algunos soldados… En esta villa hace algunos días se están gastando 1.800 raciones de pan, carne y vino, y el día que menos, que es cuando no está aquí la colubna que anda en estas inmedia­ciones, no bajan de 600 raciones; ya puedes considerar como estará este pays al cabo de tanto tiempo y lo peor es el mal aspecto que esto tiene para que se concluya…»

Balmaseda,1835, marzo 21. De Alejandro Antuñano a su hermano Agustín en Jerez.

«… En esta villa no hay Urbano alguno, pues a pesar de que el Delegado del Juez Regio de esta provincia, que está aquí, haciendo de autoridad principal, ha invitado a que los vecinos que quieran alistarse voluntariamente, quedarán libres de contribuciones, no ha habido uno que se haya presentado. Por esta han pasado de muchos regimientos, pero los que ahora andan por estas inmediacio­nes, y dan guarnición a esta villa son los provinciales de Logroño, de Segovia, Betanzos y Laredo y además da sus vueltas la división del general Latre, que se compone de cerca de 2.000 hombres y son parte de Guardia Real, el 2. 0 de ligeros, que es el que poco tiempo hace se amotinó en Madrid, y regimiento de Córdova, y además de otros varios en Bilbao, quienes continuamente suelen tener sus choques con los facciosos, pero no te puedo detallar exactamente nin­guno, por cuanto lo que pasa a una legua de aquí se cuenta de mil modos, y lo que únicamente te puedo decir es que, hace unos días atacaron los facciosos a la guarnición que había en el Montón, que es donde tiene los Molinos de Trigo la Villa de Bilbao, a cosa medía legua escasa, que dicha guarnición se componíade cincuenta y tantos hombres, que estaban fortificados en una casa, a quienes les intimaron la rendición y que no les harían ningún daño, y se dice respondieron, que mientras tuviesen las armas en la mano no lo harían, y que en vista de esto los facciosos colocaron dos cañoncitos contra el fuerte, el que de po­cos tiros lo hecharon por tierra, igualmente que la puerta de dicha casa, y aco­metiendo a ella a pesar del fuego que hacían los de dentro, los pasaron todos a cuchillo, en este intermedio, salió el Gobernador de Bilbao con una colubna,compuesta de tropa, Urbanos y Bolantes, a socorrerlos y a la salida de Bilbao dividió dicha columna en dos, dirigiéndose él la una por el Camino Real, y la otra por Begoña, pero a poco que anduvo vio la mucha fuerza de facciosos que le cargaba y tuvo que volver a entrar en Bilbao, y entonces dio orden que a nadie se le abriesen las puertas de los fuertes, sin acordarse de la otra colubna, que fué cargada por los facciosos, y perseguida hasta las puertas, y perecieron algunos, siendo motivo esto para que los Urbanos se alborotasen ,gritando ¡Muera el Gobernador y los Carlistas!, el primero tuvo que ocultarse y le apedrearon las ventanas, de modo que si no hubiese llegado a este tiempo la colubna del general Espartero, que anda en aquellas inmediaciones, y frecuentemente suele parar allí, hubiesen cometido algunos desórdenes y tropelías, pues ya habían puesto en capilla a todos los presos que estaban en la cárcel para afusilarlos y para apaciguar a dichos Urbanos, mandó dicho Espartero sacar cuatro de dichos presos y afusilarlos…»

Jerez., 1835, junio 26. De Agustín  a su hermano Alejandro  en Balmaseda.

«me dirás si las tropas de la Reyna han levantado la guarnición de esa villa, porque no dicen nada los papeles públicos… y si han entrado ya las tro­pas de D. Carlos… porque creo que esa villa no padecerá mucho por los unos, por la opinión que ha tenido y creo tendrá… Espero me digas si han entrado en Bilbao las tropas de Zumalacárregui, porque se ha sabido antes de ayer en Cádiz, por un buque inglés que acaba de llegar, que a su salida de Bilbao esta­ban bombardeándola…»

Balmaseda, 1835, julio 1. De Alejandro  a su hermano Agustín en Jerez.

«Hace poco tiempo tuve la desgracia de haber sido nombrado Alcalde y de tomar posesión la víspera de entrar en esta villa, una división de tropas de la Reyna de 5.000 hombres con los generales Latre y la Hera, sin tener nada a que hechar mano para raciones, pues estos pueblos van agotando todos los recursos, de modo que nos vimos bastante apurados tanto por esto, como por otras pre­tensiones que tuvieron, como es que se habían de presentar en el término de 2 horas, 150 hazadas y 100 cestos para trabajar en la fortificación que están haciendo en el Castillo que se halla sobre esta villa, y que de no hacerlo sería­mos afusilados todos los del Ayuntamiento en medio de la plaza, y así es que nos vimos bastante apurados, por conocer la imposibilidad de cumplir, pero por fin he tenido la felicidad de eximirme de la alcaldía y de consiguiente de los malos ratos que ésta trae”.

Hace unos 20 días que Bilbao se halla rodeada de facciosos, y en lo más de este tiempo hemos estado oyendo de ésta mucho cañoneo, y el 21 del mes pa­sado bajó por aquí hacia Portugalete y sus inmediaciones la división de Espar­tero y Latre, que se compondría de 7.000 hombres poco más o menos; y antes de ayer bajó también casi todo el ejército de operaciones de Navarra y parte del de reserva que compondrían unos 12.000 hombres a lo menos, con el objeto según se dice, de atacar a la facción y hacer que levanten el sitio de Bilbao, y así es que todos nos hallamos pendientes del resultado; la facción ocupa los pun­tos de Altomira, Albia, Begoña, las Bandera y las alturas del camino que sale para Durango; las tropas de la Reyna ocupan Portugalete, Santurce, Somorrostro y Baracaldo; según se dice han bajado también para estos puntos algunos bata­llones de Santander y Santoña; y dentro de Bilbao se asegura que no hay menos de 5.000 hombres, entre tropa y Urbanos, de modo que habrá entre tropas de la Reyna y facciosos, en Bilbao y sus inmediaciones de 40 a 44.000 hombres según aquí se corre, por lo menos y los más en tres leguas, ya puedes figurarte cómo estarán estos pueblos para racionar tanta gente y después de tanto tiempo que están sufriendo…»

Valladolid, 1835, julio 5. De José Luis   a   Agustín en Jerez.

«Estos días atrás han pasado por nuestra Balmaseda 41 batallones en n. o de 23-24.000 hombres (que es todo el ejército disponible) a la parte de Bilbao a obligar a los carlistas a levantar el sitio de aquella plaza, lo que hicieron sin empeñarse en acción, acaso con fin siniestro que yo no entiendo. Zumalacárregui, se corrió en esta que había muerto, pero por concesión divina ha resucitado, porque el 2 de esta se hallaba en Gamarra. En las cuatro provincias apenas hay guarnición alguna, y el ejército que hay allí no es suficiente para concluir la facción que crece bastante. De Vitoria han sacado gran porción de armas y per­trechos de guerra que han traído a Burgos porque se la temen…»

Balmaseda, 1835, julio 15. De Alejandro   a su hermano Agustín en Jerez.

“… que toda la nubada que cargó sobre Bilbao se desvaneció sin haber ocu­rrido cosa particular, pues viendo los Carlistas la superioridad de tropas de la Reyna que se habían reunido, sin duda no les pareció que debían empeñar una acción general, y se retiraron con su artillería hacia Durango, Oquendo y Llodio, haciéndolo el pretendiente que también se hallaba allí, por Sodupe y Gordejuela con 5-6.000 hombres, y en el mismo día entraron en Bilbao las tropas de la Reyna sin más choque que unos cuantos tiros de una guerrilla de Carlistas que quedó a retaguardia; pero habiendo vuelto a subir las tropas al Ebro casi en la mayor parte, se dice que la facción trata de volver sobre Bilbao con más fuerzas. También se asegura la muerte de Zumalacárregui y que si daban el mando de éste al General Moreno.

En ésta subsiste la guarnición y creo que subsistirá ínterin los Carlistas no tomen o hagan retirar la de Bilbao que no les será tan fácil, por estar muy for­tificado, con mucha artillería y bastante gente, pues esta les es muy útil por ser­vir de comunicación a Bilbao con Castilla, ni tampoco los Carlistas han tratado nunca de atacarla, tal vez, porque conocerán que es una villa que les puede pro­porcionar pocos recursos…»

Balmaseda, 1835, septiembre 12. De Alejandro   a su hermano Agustín en Jerez.

… que hace como 15 días se aproximó a Bilbao parte de la facción, apa­rentando poner sitio, pero el 5 ó 6 de éste tuvieron que retirarse con motivo de haber bajado a aquel punto una división de tropas de la Reyna. por el camino de Orduña, y al mismo tiempo fue también la colubna que lo más del tiempo está aquí, y se compone del Regimiento Provincial de Segovia, el de Betanzos y dos compañías de preferencia del de el del Rey, y se agregó en Portugalete con unos 600-800 ingleses de los que se han alistado al servicio de la Reyna, marchando desde aquella juntos hasta Bilbao, pero habiendo tenido orden dicha colubna de volver para ésta en el mismo día, pernoctó en Sodupe de donde salió a las 9 ó 10 de la mañana siguiente, lo que supieron los dos batallones de Yba­rrola y Arroyo, facciosos, que hace bastantes días están en Arciniega, y salieron corriendo de allí a las dos de la tarde y para las cinco dieron alcance a la reta­guardia de dicha colubna entre Zalla y Ocharan, donde hubo una escaramuza que duró hasta el anochecer y el resultado fue 6 u 8 muertos de una y otra parte, algunos heridos, y los facciosos cogieron 10 ó 12 prisioneros, pero de los que estos tenían de las tropas de la Reyna en los depósitos y se ofrecieron tomar parte, se les pasaron unos 40 y tantos, que ahora se hallan en ésta, y se dice que el resto hasta 300 hombres, que son los que tienen los dichos Ybarrola y Arroyo, de citados prisioneros que tenían en los depósitos, los han desarmado. También cogieron los facciosos la brigada y 7 carros con raciones y aguardiente.

El castillo que han fortificado aquí es el que llaman de los Moros, que está sobre la villa, y además han cerrado todas las entradas, como son los dos Puen­tes Viejo y Nuevo el Puentecillo que está saliendo de la plaza hacia la Magda­lena y el del Campo de las Monjas; también tienen dos líneas de fortificación en las calles de media Villa abajo, y la Casa de la Villa aspilleradas las venta­nas y balcones, cerrados los arcos del soportal y en el de medio un tamborete desde donde hay un paso cubierto para la torre de la iglesia, todo igualmente con aspilleras; el pórtico de la iglesia también se halla fortificado y cerrado los arcos, de modo que van poniendo esto como una plaza de primer orden. Esta guarnición se compone de 400 hombres poco más o menos del regimiento del Rey y algunos de la colubna que falta poco de aquí y lo más que suele alejarse son tres leguas, a menos que alguna rara vez no tenga orden de pasar a Bilbao. De aquí no hay ningún jefe de los facciosos, aunque sí varios oficiales, como son Bonifacio Gómez que ha seguido en el ejército desde la Constitución y ha estado en la Habana hasta hace un año o año y medio, que vino por haberle dado la licencia absoluta sin sueldo, y tan pronto como llegó a ésta marchó a la facción, y está con el mismo grado de capitán que antes tenía; otro es Pedro de Aguirre hijo del que llamaban Perulero que también sirvió cuando la Cons­titución, y otros 5 de estos y algunos soldados. Ahora no tengo más alojados que un capitán del provincial de Segovia que hace bastante tiempo que está en casa y suele salir con la colubna escepto esta vez, pues aquélla marchó antes de ayer a Mena y él ha quedado aquí con una pierna algo mala; pero muchas ve­ces se nos llena la casa de alojados.

De 3 ó 4 meses a esta parte trabajan estas fábricas una cosa regular, aunque con pocas utilidades y muchas trabas para despachar el género, a causa de que los aduaneros carlistas situados en algunos puntos, como en los caminos de Cas­tro y Bilbao, que es donde lo mandamos a embarcar para Asturias y Galicia, se empeñan en cobrarnos un Real cada libra, de suerte que tenemos que valer­nos como los contravandistas, por caminos estraviados y de noche, por safarnos de pagar un derecho tan excesivo, y aún así suele haber algunos tropiezos y se nos han encarecido bastante los carbones y cobre…»

Valladolid , 1836, marzo 30.  De (José Luis Antuñano) a (su hermano Agustín en Jerez).

Carta sin firmar y con destinatario tachado, se suponen las personas por la letra y el contenido. Es un borrador.

salió Alejandro de Valladolid el pasado día 5 y no pudo llegar a casa hasta el 27, pues estuvo detenido en Medina de Pomar por no haberle dejado pasar a causa de haber entrado la facción el día 3, ésta sitió el pueblo el día 7 no habiendo hecho en este día más fuego que de fusilaría; el 8 llegó la artillería compuesta de un cañón de 36, dos de 24, una culebrina y ocho cañones de bronce de 6 a 8, después de presentada ésta, intimó Eguía que se hallaba en persona con 14.000 hombres la rendición al Provincial de Tuy que estaba de guarnición, y capituló el 9 a las dos de la tarde, y después de algunas solemni­dades entraron en el pueblo solos 6 batallones dirigiéndose la demás fuerza a tomar a Mercadillo, que se rindió el 10, es indecible la conducta que observaron en Balmaseda pues a pesar de ser del mismo pueblo los que entraron con nadie se metieron, luego quedó Castor de Comandante de Armas, habiendo sacado 40 jóvenes, dejando aún muchos que debía haber sacado. A pocos días vino Simón Torre y habiéndole dejado solos dos batallones, tubo que abandonar el pueblo el 13 de éste que entraron el General Ezpeleta con el ejército de reserba y los Porgueses los que están fortificando el pueblo sólidamente, pero los facciosos según se dice tratan de impedirlo.

       Bataneau llegó a Vizcaya después de haber sufrido una persecución muy (…) en esta se hallan seis   mozos suyos bastante bien uniformados con pantalón garansé, buen capote azul, gorra basca, zapato y botín. Espartero en Orduña cogió 150 prisioneros en la primera acción, pero en la segunda ha sufrido una pérdida considerable en los Altos de Unzá, cerca de Orduña, a pesar de que los Papeles lo pintan al revés; entre los facciosos corren voces muy alagüeñas, unos con relación a los gabinetes extrangeros, otros a la escuadra sarda. Cuyo desembarco se figuran muy pronto en las costas de Vizcaya, y otros de un día para otro la invasión a Castilla; quien exagera el estado de la facción de Cataluña, Aragón y Valencia; quien la de Galicia, y hay de estos quien lo da por concluido antes de dos meses…»

Balmaseda,  1836, abril 2.  De Alejandro   a su hermano Agustín en Jerez.

 solo te digo que esto no es vivir, pues continuamente estamos sobresal­tados y agobiados con alojamientos, por la mucha gente que desde que entraron los Carlistas hay aquí metida, y ahora hay de 5 a 6.000 hombres de la Reyna, al mando del general Ezpeleta, a quien tenemos en casa hace 3 semanas que fue cuando volvieron a ocupar la villa…»

Valladolid,  1836, mayo 18. De José Luis   a su hermano Agustín en Jerez.

«Balmaseda se halla ya casi desierta porque a Burgos han llegado 10 6 12 particulares del pueblo, por el temor, padecimientos o exacciones que allí sufren; otros han ido a Castro, Santander y Santoña….

Valladolid, 1836, junio 12. De José Luis  a su hermano Agustín en Jerez.

«…Para que formes una idea del lamentable cuadro de nuestra Balmaseda te voy a hacer una reseña del estado en que se halla. Allí donde hasta la fecha actual época gozábamos las delicias de una paz octaviana, cuando ya se habían disipado todas las ráfagas de partidos y enemistades, que había dejado la pasada guerra, y que todos hermanados disfrutábamos de las más deliciosas diversiones, la vemos en dos años y medio transformada en un todo; lo que antes era ale­gría ahora dolor; las familias no pudiendo sobrellevar el enorme peso de im­puestos, exacciones, alojamientos y demás penalidades que trae consigo el cruel azote de la guerra, se ven precisados a abandonar sus hogares buscando el asilo que cada uno le parece más seguro, según sus facultades, unos a Burgos, otros a Santander, Santoña, Madrid, Castrourdiales; baste decir que los únicos par­ticulares que allí se hallan son Eguía y Alejandro, que serán precisamente sobre quienes gravite todo el peso del pueblo; han reedificado el Castillo de la Cuesta, han echado por tierra todas las tapias de las huertas del Espolón y Calzada, queriendo a fuerza de trabajos y fortificaciones hacer un Gibraltar de un pueblo que se puede batir a pedradas; todo presagia la desolación de aquel malhadado pueblo…»

                                                                                                              

Valladolid 1836, junio 22. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

 si se oye hablar a los Carlistas dicen que de 12.000 hombres de que constaba la Legión Británica, sólo hay ya 5.000 y de estos han perecido 1.000 en una última acción…»

Jerez 1836, agosto 1. De Agustín a su hermano Alejandro en Balmaseda.

… boi a comunicarte algunas noticias de las ocurrencias en ésta y pueblos inmediatos con motivo de haberse puesto la Constitución del año 12.

En Málaga fue el primero que determinaron el ponerla y seguramente sabría alguna cosa el Gobernador que se opuso a que tocasen generala, pero con todo un oficial de la Guardia Nacional mandó a un tambor que la tocara, el goberna­dor militar fue a reconvenir al oficial y se trabaron de razones, el caso es que murió el gobernador militar y el gobernador civil; unos dicen en aquella noche, otros dicen que los pusieron en capilla porque el pueblo pidió se fusilasen, el asunto es que han muerto. En Cádiz también la han puesto, pero sin desgracia se reunieron los Urbanos y la pusieron me parece el 29 por la mañana, aquí tam­bién la han puesto por el mismo día que en Cádiz la pusieron, por la noche a la ora de la retreta estaban preparados para dar la voz como así fue, y aquella ora salieron los tambores y cornetas tocando generala y la juraron el mismo día a las 11 y media o 12 de la noche, pues los urbanos se retiraron cerca de las 3 a sus casas; ayer se juntaron todas las corporaciones, todos los urbanos de ambas armas y hicieron o bolbieron a hacer la misma ceremonia con mucho aparato y corrie­ron una cortina que cubría la lápida de la constitución y quitaron la que había de Isabel II en Lebrija, Sanlúcar, Puerto de Santa María, Puerto Real y aún se dice que en Sevilla la han puesto también, veremos a ver cómo lo toma el go­bierno. En ninguno de estos pueblos ha sucedido desgracia alguna apesar de haber hecho todo esto sin orden del gobierno más que cada pueblo por sí.—Han cesado todos los empleados de policía en esa y han nombrado otros y una comisión o junta, y han puesto el ayuntamiento que había el año de 23…»

Jerez 1836, octubre 24. De Agustín a su hermano Alejandro en Balmaseda.

… te he enviado dos cartas y no han llegado a tus manos por el entorpe­cimiento que hay en estas Andalucías por los facciosos de Gómez, que han es­tado 6 u 8 días en Córdoba, y ahora van por la Mancha después de haber robado mucho en dicha población y haber puesto a todos los Nacionales de aquélla, que se encerraron en un fuerte, y con mucho dinero para quitarlo de la rapiña de los facciosos, y todo ha caído en poder de estos, dicen que trae 1.200 hombres infantes y 800 caballos y algunos aumentan estos últimos a 1.200,pero estos son los Carlistas.

De aquí han salido todos los Nacionales e igualmente los de Cádiz, Puerto, Sanlúcar, Sevilla, en fin de todos estos pueblos que se habrán reunido en Car­mona que es donde fue el punto de reunión unos 7 u 8.000 Nacionales, los manda el Capitán General Espinosa y el General Butrón la caballería, se reúnen unos 1.000 caballos de lo más lucido que se ve.»

Balmaseda 1837, febrero 8.De Alejandro  a su hermano Agustín en Jerez.

… con respecto a la entrada de Espartero en Bilbao no te puedo decir más de lo que ponen los papeles públicos… tanto de una parte como de otra han muerto bastante; … estando esta villa tan próxima a la de Bilbao no supimos nada de lo que pasaba durante el sitio, ni aún muchos días después de haberse levantado, por estar cortada la comunicación y hasta un día de estos no permitían los car­listas el paso a ninguna persona a Bilbao.

El 30 del mes pasado bajó por aquí para Bilbao la división del general Rivero con 8-9.000 hombres para reunirse a Espartero y a la división de Alais que se dice baja también de Vitoria para operar en esta provincia.»

Balmaseda 1837, marzo 3.De Alejandro   a su hermano Agustín en Jerez.

«Hace tiempo se dice era de darse una acción grande en el camino de Durango y para esto se hallan en Bilbao y sus inmediaciones 30.000 hombres a lo menos; también se habla hace rato que en San Sebastián se habían reunido otros 14.000 hombres de la Reyna y que iban a atacar Hernani o Yrún y Fuenterrabía que tienen fortificados los carlistas. También en Pamplona se cuenta aquí que hay otros 12.000 hombres, al mando del general Sarfiel para operar en combinación.»

Valladolid 1837, marzo 11. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

… me abstengo de hablarte de los desastres de la guerra civil contentándome sólo con decirte que ha sido tanta la emigración de familias que su número ha quedado reducido al cortísimo de ochenta y tantos vecinos» (se refiere indudable­mente a Balmaseda).

Balmaseda 1837, septiembre 12. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«hace pocos días ha habido una acción a 2-3 leguas de Burgos con la expedición de Zaratiegui que fue la que entró en Segovia, y se dice que de resultas llegaron a Burgos algunos heridos… Tenemos de guarnición el Regimiento Provincial de Betanzos.»

 

Valladolid 1837, diciembre 27. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

 degé a Balmaseda con bastante sentimiento, pues a pesar de ser el teatro de la guerra no se ve más que diversiones, bailes, grandes tertulias, etc. A mi salida nada se decía de asuntos políticos, sino que volvía la facción a esta parte, lo que se ha confirmado ayer por varias cartas de aquel día, especificando en ellas haber dado D. Carlos una orden para que todos sin excepción de 16 a 45 años tomen las armas; y que a muchos de éstos están ya armando y uniformando. D. Carlos se haya en Amurrio, los batallones castellanos desde San Miguel a Orduña y los vizcaínos en el resto del Señorío; Espartero en la Rioja con toda su fuerza con objeto sin duda de impedir el paso, si puede, a la facción.»

Balmaseda 1838, enero 4. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«Hace unos 10 ó 12 días que estaban en algunos pueblos de Mena unos 6 ó 7.000 hombres carlistas con bastante caballería, y antes de ayer se replegaron hacia el Valle de Tudela y el Concejo de Ayega, y en Orrantia tienen un escuadrón, el que para proporcionar raciones han registrado todas las casas los mismos soldados y sacado como 25 fanegas de trigo y algo de maíz que han hallado, como también algunos bueyes, de modo que da lástima oír quejarse a los vecinos, pues casi todos estaban muy miserables y ahora han acabado de arruinarlos, y no te puedes figurar lo mucho que por aquí se padece, máxime cuando se aproximan estas nubadas, pues en todo el mes de octubre nos tuvieron bloqueados 3 batallones que se pusieron en el Berrón y demás pueblos inmediatos sin dejar entrar ni salir de aquí a nadie.»

Balmaseda 1838, abril 30. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«Aquí cada día tenemos más incomodidades por la mucha tropa que hay, pues hace más de un mes que permanecen más de 6 batallones repartidos también en los pueblos inmediatos, y en casa está el general en jefe carlista Guergué. El día 7 de este mes fueron a atacar el fuerte de Villanueva de Mena, con 10 piezas de artillería, entre ellas una de a 36, otras dos de a 24 y un mortero crecido. El 8 a la mañana rompieron el fuego y a corto rato desmontaron los 2 ó 3 cañones que tenían en el fuerte, les intimaron a la rendición; pero no quisieron acceder con la esperanzade que bajase alguna columna a socorrerlos, como sucedió al día siguiente cuando se hallaban bastante apurados, pues acometieron a asaltarlos y llegaron hasta tirarse con piedras; pero era a la sazón que los carlistas estaban retirando la artillería, que lo hicieron de prisa porque luego llegaron los batallones y algunos caballos cristianos, de manera que si no por esto y el mal tiempo que hacía hubieran andado mal los del fuerte quienes han estado reponiendo el daño que les causaron, e ínterin han subsistido por allí dichos batallones hasta el 26, que salieron hacia Villarcayo, excepto uno que dejaron con los nacionales, y siendo así regularmente pronto volverán a atacar, porque la artillería está en Güeñes, pero tampoco podrán si el tiempo no mejora, pues se va llevando todo este mes lloviendo y nevando. En dicho ataque hubo algunos muertos y heridos de cada parte, y los carlistas entraron aquí unos veintitantos de los segundos, y el comandante del fuerte también lo fue de alguna consideración.»

Valladolid 1838, noviembre 23. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

«(Alejandro) tiene la casa llena de alojados. Días atrás estuvieron en casa D. Carlos, D. Sebastián y el ministro de la Guerra (Marqués de Valdespina) y según un arriero… ahora están esperando a D. Carlos su mujer, hijo e hijastro, que andan por aquella parte con 18 batallones, con ánimo sin duda de atacar el fuerte de Villanueva de Mena, para lo que tienen dispuestas en Balmaseda veinte y tantas piezas de grueso calibre y entre ellas el que llaman mortero grande y cuatro obuses.»

Jerez 1838, noviembre 30. De Agustín a su hermano Alejandro en Balmaseda.

«En Sevilla ha habido alborotos con motivo de ponerse al frente de una revolución Córdoba y Narvaez, en la que querían hacer estas provincias inde­pendientes, para lo que se pusieran dichos dos a la cabeza y el primero se tomó el mando de capitán general, porque el que lo es, que es Clonard, estaba en Cádiz.»

Balmaseda 1838, diciembre 21. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«Hace días que los carlistas están fortificando una fábrica muy buena de fierro en Guriezo, montaña de Santander, distante cinco leguas de aquí, con el objeto de fundir cañones de artillería, y ayer se dijo que venían por la parte de Santander 12-14 batallones de la Reyna a atacar aquel punto del que ya estaban cerca, por lo que también marcharon allá 4 ó 5 de carlistas que se hallaban en estas inmediaciones, y me parece que las próximas Pascuas serán señaladas con algún ataque.»

Balmaseda 1839, abril 19. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

 en ésta estamos muy expuestos a tronar uno de estos días, porque durante la guerra me parece no ha amenazado a esta villa tan grande tempestad como la que nos tememos, por aproximarse Espartero con 30 ó más batallones, mucha artillería y gran porción de útiles para el ataque, según se dice de esta villa y

fuerte de Ramales; y Maroto llegó aquí ayer con su Estado Mayor, hoy lo ha hecho también Zarategui con dos batallones navarros y dos piezas de montaña, los que después de una corta detención en ésta, han continuado su marcha a dicho Ramales como igualmente otros dos batallones guipuzcoanos, y me parece que algún otro vizcaíno que estaban en estas inmediaciones; también a Arceniega y Orduña han venido fuerzas que son pueblos de esta línea, de modo que esto está muy serio y me temo que esta desgraciada villa tendrá malísimos resultados, en fin si quedamos para contarlo te avisaré lo que ocurra.»

Balmaseda 1839, junio 17. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«Por fin aquí hemos salido bien del grande cuidado en el que estábamos, por haber recibido orden la guarnición para bajar la artillería del castillo y retirarse, lo que verificaron antes de ayer al mediodía, y ayer a las 9 de la mañana entró el brigadier Castañeda con cuatro compañías de infantería y como 40 caballos del regimiento de la Princesa que marcharon en la misma tarde a Arciniega de donde vinieron, e ínterin permanecieron aquí, observaron muy buen orden, de manera que nos parece sueño el vernos estas pocas oras sin soldado alguno en la villa, lo que no ha sucedido casi en los 6 años de guerra, pero regularmente durará poco porque unos u otros vendrán luego a visitarnos, y nos ha chocado mucho tanto a los paisanos como a los carlistas que componían la guarnición, el haber largado esta plaza sin hacer ninguna resistencia, cuando hasta hace 4 días que les vino la orden, estaban trabajando con gran prisa en nuevas fortificaciones y disponiéndose a hacer una obstinada defensa, tanto por esto como por haber sucedido lo mismo en otros puntos de esta línea, se infiere hay algún misterio, y aún se susurra entre las gentes si hay algunas comu­nicaciones entre Espartero y Maroto sobre el medio de concluir la guerra, Dios quiera que sea cierto, que lo dudo mucho, y por otra parte también se dice que Espartero trata de dirigirse desde Orduña a Bilbao y que en este caso hacia Llodio regularmente se darán una gran acción.»

Jerez 1839, julio 9. De Agustín a su hermano Alejandro en Balmaseda.

 me alegraré salga cierto lo que dices, si los carlistas volaron el castillo cuando lo abandonaron (porque así se ha dicho aquí) que me alegraré que así sea, a ver si así tiene esa villa la suerte de no ser fortificada o defendida por falta de aquél.»

Balmaseda 1839, setiembre 23. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

… acompaño el ejemplar del Convenio entre Espartero y Maroto; no te puedo explicar el contento que había entre la gente el día que se recibió la noticia de la deseadísima paz, aunque se ha desvanecido alguna cosa, pues hay recelo que no sean aprobados los Fueros por las Cortes.

Aunque al salir los carlistas de esta villa volaron el castillo no por eso la dejaron en disposición de reponerle como ellos le habían tenido, pero hasta ahora nada se ha hecho en él.»

* * *

Aunque oficialmente terminase la guerra, facciones residuales y di­versos cabecillas corretearon a sus anchas por toda la zona. La tranqui­lidad era inestable y el comienzo de otras hostilidades gravitaba en los ánimos de la gente. Este ambiente de posguerra y a veces de casi pre­guerra, se filtra en las siguientes cartas:

Balmaseda 1840, febrero 12. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«Hace pocos días que han tratado de interrumpirnos la paz que estamos dis­frutando y tanto hemos anelado, unos 20 de estas inmediaciones que han perte­necido a los batallones carlistas, casi todos oficiales, y Castor se ofreció a la Diputación de esta provincia para reducirlos a que se presentasen, y en efecto se dice que les escribió para que lo hiciesen pero, no habiendo alcanzado nada, pidió cuatro compañías para perseguirlos, como lo ha verificado con actividad, y ayer consiguió el que se le entregasen casi todos, y cogido a alguno excepto 3 ó 4, entre éstos el que hacía de jefe que es un tal Leguina, y con esto se nos ha calmado el recelo que teníamos de volver a las andadas, aunque ahora no encontraran estos revoltosos el apoyo que antes tenían de los paysanos.»

Balmaseda 1841, febrero 6. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

«El Gobierno está dando algunos pasos que son presagios de guerra, como embarcar la artillería que había en Bilbao, pasar al parque todos los fusiles y van a demoler los fuertes, y aun se dice que marcha la guarnición, y en este caso ya no hay duda que nos envolvemos en otra que les ha de costar más sangre y desengaños que la pasada.»

Balmaseda 1841, octubre 8. De Alejandro a su hermano Agustín en Jerez.

«El día 5 de éste se han pronunciado en Bilbao el paysanage, milicia nacional y un batallón de Borbón que había de guarnición, a favor de la Reyna Cristina, Isabel II, Constitución del año 37 y Fueros, y lo mismo se dice se ha hecho en Pamplona y Vitoria y que regularmente lo harían muchos pueblos de la nación, pues se cree sea plan con la misma Cristina con la protección del Rey de Francia, según dos proclamas que aquí se han recibido de la Diputación de esta provincia y de la de Vitoria, o sea de un enviado a aquélla de la misma Cristina, y en toda ésta se está haciendo un alistamiento general para armar a todos los que puedan llevar armas, de modo que ya estamos metidos en otra como la pasada, Dios quiera que no sea tan larga ni tan cruel, aunque me temo que si se empieza a disparar al tiro sea orrorosa; todo esto se ha hecho en Bilbao y Vitoria con todo orden, sin que haya ocurrido desgracia alguna, habiéndoles dado pasaporte al corregidor y comandante general y escolta de miqueletes hasta salir de la provincia.»

Balmaseda 1841, diciembre 18. De Juana de Aguirre (mujer de Alejandro Antuñano) a su cuñado Agustín Antuñano en Jerez.

… tus hermanos habían sido nombrados para jefes por el Ayuntamiento, pues estos señores nos habían hecho estas gracias, para 3 capitanes que tocaban en el pueblo, nombraron 2 de una misma casa… y esto nos ha ocasionado algunos disgustos y compromisos de los cuales no creímos salir tan bien como se ha salido; en una expedición que hizo a ésta el general Zurbano, multó al pueblo en cuatro mil duros y por fin se pudo conseguir lo dejase en tres mil, éstos se repartieron entre todos los pueblos del distrito como comprometidos lo mismo que esta villa, y en este arreglo correspondió aquí 8.000 reales, lo que se ha hecho un reparto a todos los vecinos para aprontarlo cuanto antes, así es que se hizo la entrega el día antes que se levantó el sitio.»

Balmaseda 1843, julio 4. De Juana Aguirre a su cuñado Agustín Antuñano en Jerez.

«Hoy a las dos de la mañana se han pronunciado aquí dos compañías que había de guarnición del 2º de Soria, habiendo marchado enseguida a Vitoria con dos capitanes y algunos oficiales, pues el comandante se ha ido a Bilbao, con algún otro oficial que le ha quedado allí todavía no se han pronunciado, pero se cree lo hagan luego a pesar del coronel que tienen, el que está un poco remolón según dicen, tan se han pronunciado en Castro, Santander y Vitoria.»

Balmaseda 1847, setiembre 14. De José Luis a su hermano Agustín en Jerez.

«El sábado 11 apareció en Carranza una partida de 13 montemolinistas a las órdenes de Bonifacio Gómez, el hijo de Hilario, de cuyas resultas ayer y hoy estamos con los recuerdos de la pasada guerra, con el sonido de las cornetas y el paso de fuerzas, que de diferentes puntos viene de paso a Carranza. Algunos dicen que tenían dispuesto el levantamiento para el día del Buen Suceso, pero han tenido que precipitarlo por haberlos delatado por resultas de una cuestión per­sonal uno que llaman el Indio, y que se presentó en Laredo diciendo que había una lista de 104 hombrea y hoy ha pasado por esta Castor con dos compañías en su persecución.»

Balmaseda 1849, marzo 3. De Alejandro   a su hermano Agustín en Jerez.

 quizás tus cartas hayan caído en manos del cabecilla titulado el Estudiante, que anda con unos cuantos caballos en la provincia de Burgos, pues ha cogido 4 ó 5 correos y ha quemado los coches con toda la correspondencia.»

 

FIN
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